Impiden la construcción de nuevos ranchos

La construcción de nuevas viviendas precarias en el área del reservorio de Barranquitas Oeste puso en alerta a la Municipalidad, que este jueves decidió desalentar la tarea y retirar de allí las estructuras de unos siete ranchos. Así, las familias que tenían intención de instalarse en el lugar debieron volver a su vivienda anterior (un espacio cedido por padres u otros familiares). Un día después, en el terreno quedaba solo el suelo demarcado.

“Es gente que tenía los ranchos sin terminar por las cuestiones del clima, y la Municipalidad se llevó las chapas”, comentaban este viernes por la mañana los vecinos que desde hace unos meses volvieron a asentarse en la zona. “Acá enfrente tenemos el plan de viviendas pero la obra quedó parada”, agregaron señalando las casas de material que construyeron Los sin Techo.

Algunas de esas casas fueron vendidas y sus propietarios volvieron a construir sobre el suelo cercano al río. “Mucha gente vendió porque tenía animales y no los podían tener ahí, había problemas con los vecinos”. Los animales a los que se refieren son caballos que se utilizan para los carros con los que se sale a buscar el sustento diario. En esa situación se encuentra buena parte de la gente que ahora volvió a los ranchos.

“Nos criamos acá cuando esto era un zanjón, y acá tuvimos a nuestros hijos. Como se inundaba nos vinimos más arriba”, cuenta uno de ellos que precisamente vendió su casa porque no podía tener allí a los caballos.

“Cuando nos dieron la casa teníamos que entregar el caballo y el carro por un trabajo seguro, pero fue por seis meses. Y después muchos se quedaron sin caballo y sin nada”, apunta.

 

 

Un proyecto de fondo

Paola Pallero está al frente de la Agencia de Hábitat de la Municipalidad de Santa Fe. En diálogo con este diario, relató que este tema -el de la ocupación de la zona del reservorio- surgió como prioridad en la Red de Instituciones. Un sondeo permitió comprobar que había ocupaciones nuevas en la zona, y delimitaciones para otros asentamientos. “Hicimos la denuncia el jueves de la semana pasada, iniciamos un relevamiento de las familias que ya están viviendo en el reservorio y de quienes están delimitando para que no sigan con el armado del rancho, entendiendo que es un lugar de riesgo hídrico y que los más perjudicados (en caso de crecida) van a ser ellos”.

De las 16 ocupaciones que encontraron, 9 corresponden a familias que están viviendo allí desde hace unos dos meses. Y el resto eran delimitaciones y estructuras que fueron desarmadas el jueves. Pallero aclaró que “todo se hizo de manera pacífica y con diálogo”, “haciendo hincapié en la importancia de poner en valor el espacio público. Pero sabemos que el problema no es solo habitacional, sino también social y de fondo, por eso lo trabajamos con el gabinete social”.

En cuanto a las familias cuyos ranchos no llegaron a ser construidos, la funcionaria señaló que “están viviendo todas en Barranquitas; algunas tienen la vivienda en el terraplén, otras en las inmediaciones, pero viven con otro familiar”.

Mientras tanto, se va a seguir el contacto con las familias porque “la idea es trabajar en conjunto con ellas”. Para eso está previsto sumar referentes del barrio a la Red de Instituciones “y que el proyecto surja de todos, no de nuestro lado”.

 

“¿Cuál es el plan?”, preguntan Los sin Techo

“Nosotros vemos el crecimiento sostenido de marginalidad, y como consecuencia se instalan ranchos en los lugares que las familias encuentran. Hay ranchos donde el papá le presta un pedazo de terreno en su patio para que sus hijos hagan un rancho, y otros casos buscan donde instalarse”, advierte José Luis Zalazar, referente del Movimiento Los sin Techo.

En el caso específico de los ranchos de Barranquitas que se instalan en el reservorio, “como así también en muchos lugares de Santa Fe -aclara- es que claramente no hay planos de mensuras ni subdivisión. Si se los saca, el Estado debe darle solución ahora. Nosotros -insiste- si sacamos un rancho es para darle una casa, una solución”.

En ese marco, se pregunta “¿Cuál es el plan? ¿Cuál es el proyecto? No debemos sacar un rancho si no tenemos una solución ahora”.

Para Zalazar está claro que “como Estado hemos violado todos los tratados internacionales en el campo del hábitat: desde la declaración de los derechos humanos de 1948 que establece en su artículo 25 que ‘toda persona tiene derecho a una vivienda digna’. El pacto Internacional de derechos sociales y culturales de 1966 dicta lo mismo. Ni hablar de la Constitución Argentina en su art. 14 bis que habla especialmente del derecho a una vivienda digna”.

Por último se pregunta “¿quién gana con esto? ¿quién sale victorioso sacando ranchos sin darle ya la solución? Y apunta que el Movimiento sigue el legado de Atilio Rosso: “No me saquen un rancho si no le dan solución ya”.

MOVIMIENTO LOS SIN TECHO

San Jerónimo 3328

(3000) Santa Fe - Argentina

 

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