En el marco del Plan de Erradicación de Ranchos ya construyeron un total de 50 viviendas sociales. Próximamente comenzarán con otras 200 en distintos barrios marginales de la ciudad.
Al oeste de calle Jorge Luis Borges, en Villa Oculta, se extiende en una hilera prolija el sueño del padre Atilio Rosso. Por estos días, unas 10 familias dejaron el rancho en el que vivían y ocuparon las viviendas sociales construidas en un terreno ganado a la vía muerta.
El año pasado, el movimiento retomó el proyecto de construcción de casas para familias que viven en la extrema precariedad. Para eso recuperaron en el barrio dos manzanas y media, casi 300 metros sobre el terraplén de la vía, que comienza en la intersección de calle Jorge Luis Borges y Aguado. En Villa Oculta hay en total 50 terminadas, de las cuales 40 ya cuentan con servicios como energía y agua potable.
El proyecto de construcción de las viviendas sociales se encuentra en la primera etapa de desarrollo, que implica unas 100 entre Barranquitas Oeste y Villa Oculta. Está enmarcado en el Plan de Erradicación de Ranchos que llevan adelante en conjunto el gobierno provincial, la Municipalidad y Los Sin Techo. El trabajo para levantar las casas es compartido: provincia financia la construcción garantizando los servicios de agua potable y energía; la Municipalidad acondiciona los terrenos y les entrega la titularidad a los vecinos; y el movimiento realiza un censo de ranchos y acuerda con los vecinos la entrega de las viviendas. Posteriormente, los coordinadores barriales enseñan a esos vecinos los lineamientos generales para construirlas. En tanto, los alumnos e instructores de la escuela de oficios de LST se ocupan de las instalaciones de agua y energía. Finalmente, los voluntarios del Colegio Mayor Universitario pintan las casas.
“El trabajo es compartido desde el primer momento. Desde las altas esferas gubernamentales hasta los mismos vecinos que van a ocupar la casita. Ellos aprenden y ayudan en todo”, destacó José Luis Zalazar de MLST.