Cerraron el comedor que Los sin Techos tienen en la Manzana 3 ante la reiteración de los robos. Reemplazarán el portón de ingreso al galpón adonde comen los niños para evitar que les lleven los elementos de la cocina. Hasta nuevo aviso. El cartel indica con claridad el motivo por el cual la copa de leche se cerró. De no mediar inconvenientes reabriría el lunes.
Cinco veces en los últimos dos meses. Ésa es la cantidad de robos que sufrió la copa de leche que el movimiento Los sin Techos atiende en la Manzana 3 de Alto Verde y el motivo por el cual desde ayer está cerrada. En total, unos 220 pibes del barrio reciben allí una ración de comida; 100 a la mañana más 120 a la tarde, y mientras permanezca cerrada, se van a quedar sin el único plato de alimento que, posiblemente, ingieren en todo el día.
El personal de la copa de leche y los colaboradores del barrio son expertos en hacer rendir los recursos disponibles para alimentar a los niños, pero también en sortear los obstáculos que les impone la pésima convivencia con algunos vecinos “poco amistosos”. Si les roban los alimentos, compran más, se los llevan para protegerlos y los acarrean de nuevo al comedor al otro día. Lo mismo pasa con las ollas y las garrafas. Pero ya trasladar heladera, cocina y freezer a diario resulta imposible. Tras el último hecho delictivo que sufrieron el sábado, en el que se llevaron elementos de la cocina y destrozaron parte de las instalaciones, resolvieron interrumpir el servicio y cambiar el portón de ingreso.
El peor contexto
El coordinador del movimiento Los sin Techo, Jorge Jourdán, explicó esta mañana que realizarán las reformas cuanto antes para reanudar el servicio. Sobre las dificultades que se presentan para trabajar en el barrio, Jourdán buscó “bajar el tono”, aunque la situación sigue siendo alarmante.
“Vamos a colocar una puerta más segura para poder reemplazar el freezer que nos robaron hace un mes y que no nos roben el nuevo. Actualmente, los colaboradores se llevan la garrafa todos los días pero no podemos seguir así”, dijo el coordinador.
Hace unos meses, el gobierno provincial reforzó la presencia policial en Alto Verde, instaló un destacamento y pavimentó la calle de ingreso. Las acciones apuntaron, de manera directa e indirecta, a bajar el nivel de delito y los crímenes en el distrito costero. Pero a juzgar por la experiencia de las ONG’s que trabajan en la zona, es poco lo que ha cambiado.
“En la esquina de la copa mataron a dos pibes en los últimos dos meses. Ése sigue siendo un sector difícil de Alto Verde. Los enfrentamientos entre bandas es cosa de todos los días a pesar de la presencia de la policía y de lo que se ha hecho, que no es suficiente”, señaló Jourdán.
Fuente
:De la Redacción de El Litoral
Foto: Mauricio Garín
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.