José Luis Ambrosino: "La desnutrición espiritual es no pensar en el prójimo"

El Ing. José Luis Ambrosino, integrante del Movimiento Los Sin Techo, estuvo en Sin Mordaza TV para contar cómo siguen trabajando para erradicar la pobreza en 22 barrios de la ciudad de Santa Fe. "El movimiento nunca se manejó de manera partidaria, fue lo que le dio mucha perspectiva y estabilidad", sostuvo.

Consultado por cómo siguió el movimiento tras el fallecimiento del fundador de Los Sin Techo, el Padre Atilio Rosso -en abril de 2010-, José Luis Ambrosino sostuvo que el cura "con su visión de estadista planteaba siempre los temas con mucha proyección, de manera que sabemos qué hacer los que estábamos al lado de él como mínimo durante diez años del trabajo, de la promoción, de los caminos que había que seguir. Si bien fue impactante su partida, la organización está, las segundas líneas están, hay una identificación doctrinaria que se mantiene".

"El Movimiento Los Sin Techo nunca se manejó de manera partidaria, fue lo que le dio mucha perspectiva y estabilidad, no porque la política sea una mala palabra, al contrario: nosotros creemos que la política es la forma laica de amor al prójimo. La ausencia de Rosso en el movimiento nos alienta cada vez más a seguir trabajando, los apoyos provinciales, nacionales y privados siguen estando, y fundamentalmente el apoyo de la gente", añadió.

En tanto, informó que el movimiento está trabajando en 22 barrios de la ciudad de Santa Fe y "en materia de vivienda tenemos un antecedente que es inédito en el país: hemos erradicado 7.000 ranchos. ¿Uno se imagina qué podría hacer Santa Fe con 7.000 ranchos más los 2.000 que están actualmente en esas condiciones tan precarias que existen?", se preguntó Ambrosino.

En este sentido, afirmó que para el año 2000 se habían erradicado todos los ranchos de la ciudad capital. "En ese momento al entonces gobernador, que trabajaba con nosotros en la parte económica, le decíamos que le entregábamos 100 o 150 casitas por mes y así erradicamos todos los ranchos de la ciudad. El gobernador junto al Padre Rosso agarró el helicóptero de la gobernación, recorrió la ciudad y no visualizó ningún rancho al iniciar el nuevo ciclo. Y celebrando este hecho histórico para la ciudad, quemamos el último rancho en Alto Verde. Eso fue fruto de un largo trabajo, de una larga participación y con una adhesión de tipo personal, simbólica y real de la gente, realmente fortificante para nosotros", sentenció.

Nuevas formas de construcción

Sobre las críticas que se realizaron desde algunos sectores por la ubicación de las casas de Los Sin Techo, el Ing. Ambrosino dijo que "el pueblo no puede esperar. El pobre no puede esperar, mañana alas 8 tiene que salir a ver qué hace, qué gana y cómo comen sus hijos. Había una posibilidad de inundación cada 100 años y nosotros decíamos con cierta temeridad: ¿cuánto dura la persona inundada? Un mes. Bueno, vamos a hacer que esta gente viva bien 99 años y 11 meses mientras el gobierno y los organismos van solucionando el problema, pero no puede vivir en un rancho, donde le está lloviendo adentro y las ratas tienen el mismo tamaño que un gato. Eran decisiones bastantes temerarias para ese momento, pero los terrenos eran oficiales y uno privado que estaba abandonado. Recibimos apoyos de la Provincia, de la Nación y de organismos de Europa. Ahora se ha discontinuado la ayuda porque no consideran a la Argentina como un país de Asia o África", lamentó.

Interpelado por las características de las viviendas que se están realizando en Santa Fe, José Luis Ambrosino comentó que se ubican en Regimiento 12 de Infantería y el camino viejo a Esperanza. "Cambiamos el sistema anterior de ladrillos porque gastábamos en flete y había muchos trastornos. Estas casas se adquieren prearmadas y cuestan 8.000 dólares, es decir 33.000 pesos y la mano de obra la pone la gente. El terreno es propiedad del Movimiento Los Sin Techo y fue donado por un privado. Es un proyecto de 20 casas donde van a participar las 20 familias, ése es el compromiso que tomamos. La casa se levanta en dos o tres días y tiene un tiempo de fraguado de 10 o 12 días. Si están los materiales, prácticamente en un mes y medio tenemos la casa terminada. La casita para los excluidos es una habitación grande y un baño", explicó.

SM: ¿Han venido de otras ciudades a pedirles este modelo para implementarlo?

JLA: Conocen nuestro proyecto tanto a nivel provincial como nacional, lo que pasa es no hay grupos naturales con un líder como Rosso y a veces falta audacia en el poder político. Casi ningún candidato habla de la marginalidad. Todos hablan del pavimento, de la ruta, pero el mapa de la marginalidad no se enfrenta. Se tiene miedo, no se animan, se ve complicado y no reditúa votos porque algunos asocian el pobre al malandra. Santa Fe tiene un mapa de marginalidad que está construido por un anillo geográfico y cultural, y toda persona que vaya al poder municipal o provincial lo tiene que aceptar. Tiene reglas particulares, va a tener la colaboración y se van a sentir con la purificación de decir que están sacando gente del fondo de la lata. Si no se tiene un hábitat saludable, no se puede sanar, no se puede construir nada. Nosotros estamos educando y entregamos netbooks para los chicos que están en la primaria que gestionamos de manera privada con aportes de la Municipalidad y de la Provincia. La filosofía básica nuestra es discriminación positiva. O sea, esa mala palabra que es la discriminación nosotros la usamos en términos positivos. En nuestro trabajo, que se llama 'Primero mi primaria', donde hay mayor deserción de alguna manera los cautivamos con algo para ir a la escuela. Y las netbooks tienen programas educativos, entonces ve lenguajes, lee cuentos y dibuja, así los enganchamos. En barrio San Pantaleón enganchamos a cirujas con las netbooks. Y ése es nuestro primer principio: no sólo hay exclusión económica sino que a esta gente le está llegando la exclusión de los conocimientos. Si nosotros no los hacemos saborear un poco la modernidad del conocimiento de la informática, siguen excluidos, no por la parte económica sino por los conocimientos.

No politizar

Interpelado por el escándalo que rodea a la Fundación Madres de Plaza de Mayo en materia de construcción de viviendas sociales, el Ing. José Luis Ambrosino estimó que "son órdenes de inversión grandes. Yo no abro juicio porque no queremos politizar el tema. Lo que sí defendemos es que la obra de erradicación de ranchos y casas para la gente marginada tiene que hacerse. No sé si las hace la Provincia, la Municipalidad, las Madres de Plaza de Mayo o Los Sin Techo. La casa para el marginado es una prioridad, pero no se puede hacer en los términos que conocimos públicamente como se estuvieron haciendo".

Las tres luchas del movimiento

Acerca de los cambios que notan en la gente cuando habitan una vivienda digna y tiene acceso a herramientas tecnológicas, Ambrosino reflexionó: "No tenemos vocación política, no soy candidato a nada y lo juré frente a la tumba de Padre Atrilio Rosso, me comprometí a servir a los sin techo sin ninguna vocación de tipo especial ni personal. Esa sinceridad y la vigencia de esa realidad hacen que la gente se sienta agradecida. La gente limpia, construye y necesita una muestra de solidaridad sin una doble intención".

"Para conseguir recursos tenemos otros mecanismos y otros tipos de relaciones. Seguimos en camino de tratar de conseguir y acumular para los pobres. Luchamos contra la desnutrición física, contra la desnutrición intelectual y contra la desnutrición espiritual. La desnutrición espiritual es no pensar en el prójimo, no amarlo, no tener solidaridad y hay que superarla entre todos. Creo que así la pobreza se va ir encaminando", finalizó el Ing. Ambrosino.

 

FUENTE: SIN MORDAZA

 

MOVIMIENTO LOS SIN TECHO

San Jerónimo 3328

(3000) Santa Fe - Argentina

 

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